El camino hacia la Felicidad

(...)Matthieu Ricard, científico y monje budista, quien durante el “II Congreso Internacional sobre la Felicidad” en España aseguró que la clave [para alcanzar la felicidad] recae en la capacidad de procurar el bien ajeno incluso a costa del propio.

“Ampliar el amor altruista es el camino de la felicidad. (Es) el reto de nuestro tiempo” sentenció el monje, quien tras ser sometido durante años a un estudio neurológico en el laboratorio de Neurociencia Afectiva de la Universidad de Wisconsin (EEUU) fue catalogado como “el hombre más feliz del mundo”.
Fuente: http://m.biobiochile.cl/notas/2012/04/12/el-hombre-mas-feliz-del-mundo-da-a-conocer-el-camino-a-la-felicidad.shtml

Ya he hablado antes en este blog sobre la búsqueda de la felidad. Como dije en esa oportunidad, creo que ésta es una elección en nuestras vidas más que una meta que se alcanza al conseguir cumplir una lista de requerimientos. 

Luego de leer el artículo del cual extraje la cita anterior, creo relevante agregar otro punto: preocuparse por los demás a costa de nuestra propia felicidad no nos hará felices. Sin embargo, si somos felices al hacer lo que sea por los demás, entonces es un excelente camino hacia la felicidad... siempre y cuando sea una expresión del saber que somos uno y que lo que hago por los demás lo hago a mí mismo, y que al amar a otro me amo a mí mismo.

De forma opuesta a lo anterior, hemos escuchado muchas veces esto del sacrificio por los demás, como algo loable y espiritual. Muchas veces la ilusión de la separación nos entrampa en sentir que estamos limitándonos cuando elegimos hacer algo por el otro aunque esté en contra de nuestro propio sentir. Cuando nuestra elección es este tipo de sacrificio, entonces ocurren dos cosas: 1, estamos haciendo esto no por felicidad o por amor, sino que por culpa o un sentido de responsabilidad erróneo. 2, nos estamos olvidando de una de las tareas más importantes-- el amarnos a nosotros mismos. 

Sólo actuando desde el amor en nuestro corazón seremos capaces de amar a los demás honestamente, y multiplicar la expansión de la Luz en nuestras vidas, la de los demás, y la del mundo. Si actuamos desde la culpa, o el miedo, entonces estamos entrampados en la ilusión de separación y en la idea de que hay un deber ser que seguir, cuando en realidad la vida se trata de aprender a hacerle caso a nuestro ser interior.

Al fin y al cabo, esto se reduce nuevamente a la importancia de ser honestos con nosotros mismos y hacer caso de ello. Sólo siendo amor puedo amar al resto, y en ese sentido, primero debes amarte a ti mismo que esforzarte en amar al resto. Porque una vez que lo logres, no podrás sino amar, y en ese amor, harás todo lo que haga feliz a los demás en tanto sabrás que es el llamado de tu propia alma, alma unida al Todo de la Divinidad.