No existen los accidentes, sólo propósitos que no hemos entendido

~Deepak Chopra

jueves, agosto 25, 2011

¿Somos buenos o malos?

Esta es una pregunta que está a la base de muchas teorías psicológicas y me quedó dando vueltas el fin de semana, cuando un psicólogo la hizo durante un Encuentro. Si bien es un punto de gran debate, para mí no había sido tema, ni lo es, pero en vista de la polémica, me gustaría exponer un par de ideas.

Por una parte, se encuentran aquellos que afirman que nuestra naturaleza es la maldad, cuestión que quedaría manifiesta en momentos de crisis y escasez, donde se pone a prueba el instinto de sobrevivencia y la ley del más fuerte se haría presente. Nuestras mentes estarían al servicio de aquello, que en momentos así, funcionarían maquiavélicamente.

Por otra parte, otros creemos que nuestra esencia es la bondad, ya que el fin último es perfecto.

Pero, si somos en esencia buenos ¿cómo explicamos entonces las conductas que hacen mal a otro e incluso a nosotros mismos? En este aspecto, se hace necesario definir una buena y una mala conducta.

Las malas y buenas conductas deben entenderse en un contexto cultural, social, moral, y también motivacional. ¿Es malo caminar desnudos entre la gente? Seguramente habitantes de tribus del Amazona no se lo cuestionarían.

Otro parámetro para definir "malo", es cuando se atenta en contra del desarrollo de otro. Por ejemplo, un abuso sexual, sobre todo a un niño, aunque el concepto de “niño” pertenece a un contexto cultural.

Por lo tanto, no niego que exista el bien y el mal, pero creo necesario definirlo como una polaridad, representativa de la dualidad que nos empecinamos en mantener. Ahora bien, siguiendo esta división, el mal es material perteneciente a nuestra personalidad, nuestro ego o self, que se encuentra en un nivel distinto a nuestro verdadero Yo, que es nuestra esencia.

El Ego se construye en el interactuar con la sociedad, desde las experiencias obtenidas incluso antes de nacer. De este modo, es probable que en nuestra cultura desde pequeños se nos enseñe por ejemplo a ganarle al del lado y a aprovecharse de las circunstancias, porque eso demuestra “vivacidad” e incluso “inteligencia”. O en otra situación, podemos sufrir experiencias tan traumáticas, por ejemplo de abandono, que nos lleve a que nuestro ego se inhunde de odio y tengamos una tendencia a maltratar a otro, porque hemos construido un self sin mayor conciencia del amor o con afán de venganza.

De este modo, la maldad no es lo que nos mueve, sino que las experiencias de las que se ha teñido nuestro verdadero ser, cuando no somos conscientes de ellas. En este punto, debo hacer una salvedad: si he construido un self con X características, es posible construir uno distinto, más bondadoso y más conectado con el Yo. De ahí la importancia del autoconocimiento, la auto-observación y la honestidad para reconocer aquellas experiencias que me han llevado a mi construcción actual.

Desde otro punto de vista, el mal correspondería a una invención de nuestra especie, para conocer el bien, en tanto nuestro mundo es dual. Pero, si salimos de esta dualidad y nos logramos des-identificar de la personalidad/ego/self, evolucionaremos y nos daremos cuenta que nuestra naturaleza es inherentemente buena.

Para terminar cito a Dios, sabiendo que esta es una sabiduría con la que todos contamos, que, a través de Neal Donald Walsh, nos dice: “Si tú y tu sociedad creen que son inherentemente buenos, tomarán decisiones y crearán leyes que afirmen la vida y sean constructivas. Si tú y tu sociedad creen que son inherentemente malos, tomarán decisiones y crearán leyes que nieguen y destruyan la vida. […] Aquellos que creen en el pecado original y que la naturaleza inherente del hombre es mala, aseguran que Dios creó leyes que evitan que hagan lo que desean y promueven las leyes humanas (un número interminable de ellas) que buscan hacer lo mismo. Aquellos que creen en la Bendición original y que la naturaleza inherente del hombre es buena, aseguran que Dios creó leyes naturales que le permiten hacer lo que deseen y promueven leyes humanas que buscan hacer lo mismo.” (en el libro "Conversaciones con Dios").

2 comentarios:

~Consuelo dijo...

Amé esto con locura!!!!!! <3

Malu dijo...

Jajaja me encantan tus expresiones! y me alego un montón que lo hayas amadooo