Felicidad

“No tienes que reinventar tu vida para ser más feliz. No necesitas una casa grande, un auto nuevo o zapatos caros, solo necesitas mirar lo que tienes frente a ti, desde una perspectiva más positiva”

Aunque gran parte de este artículo se trata sobre el amor romántico, creo firmemente que puede ser extendido a todo aspecro de nuestras vidas.

A veces estamos tan inmersos en los dramas que nuestro personaje (nuestro ego) vive en esta ilusión que llamamos realidad, que se nos olvida que es la perspectiva que elijamos, nuestra elección sobre lo que ocurre (¡y que nosotros hemos creado!) lo que va a definir nuestra reacción y emoción. En otras palabras, nosotros elegimos cómo sentirnos respecto a lo que sucede en nuestra vida.


Ojo, no quiero sugerir que hay que negar nuestras emociones y disfrazarlas de felicidad. Eso sólo generaría quistes emocionales. Lo que propongo es tomar el tiempo de respirar (¡qué frecuentemente olvidamos algo tan simple como respirar!), y encontrar ese espacio de optimismo y felicidad que hay en nosotros ante cada situación. Entender y apreciar nuestra reacción negativa, luego agradecerle y dejarla ir, porque no es el aspecto de nosotros que realmente necesitamos.


La felicidad es una elección. Aprendamos a elegirla.